Este proyecto surge en la Fundación Gil Gayarre como alternativa a los recursos residenciales tradicionales dispuestos para la población con discapacidad intelectual. Este proyecto está alineado con la Convención de Derechos de las Personas con Discapacidad de la ONU, la cual recoge que “las personas con discapacidad tienen derecho a vivir de forma independiente y a ser incluidas en la comunidad”. Partiendo de este derecho fundamental, creamos este nuevo proyecto basado en varios conceptos clave, como son la calidad de vida, la autodeterminación, la plena ciudadanía y los planes de vida personales. Para ello, es fundamental dotar a la persona y su familia de los apoyos necesarios para que estas oportunidades sean reales, siendo ésta la principal finalidad del Proyecto Vida Independiente: “Vivir a mi manera”. Además, las propias personas con discapacidad reclaman opciones de vivienda más personalizadas, inclusivas y adaptadas a sus necesidades y preferencias. El Proyecto Vida Independiente plantea que las personas con discapacidad tengan la oportunidad de recibir un entrenamiento en todas aquellas habilidades relacionadas con la vida independiente. Este entrenamiento se desarrollará en una vivienda real, dentro del entorno comunitario, facilitando así procesos de visibilidad e inclusión social.