Pilar, de Centro de Día, visita uno de las factorías durante los talleres para comprobar cómo va su videojuego.

Videojuegos para la integración: formación inclusiva para el aprendizaje de programación y robótica

En nuestro afán por generar entornos inclusivos de aprendizaje, educación y sensibilización, Fundación Juan XXIII Roncalli ha desarrollado el proyecto "Videojuegos para la integración". Este proyecto ha consistido en el desarrollo de una formación inclusiva donde alumnos con discapacidad intelectual del Centro de Formación para el Empleo de la Fundación (un total de 10 alumnos ) y alumnos sin discapacidad del Colegio San Agustín de Madrid (un total de 30 alumnos), han participado en talleres inclusivos para el aprendizaje de programación y robótica, cuyo resultado final ha sido la creación de  2 videojuegos que mejoraran la calidad de vida de personas con grandes necesidades de apoyo del Centro de Día de Fundación (2 personas con discapacidad intelectual con grandes necesidades de apoyo).

Para el desarrollo de los talleres de robótica y programación, desarrollados en el Colegio San Agustín, los alumnos se han organizado en dos grupos de trabajo simulando el funcionamiento de 2 factorías o empresas, organizándose por departamentos (comunicación, diseño, programación, etc.):

a) Grupo o fatoría 1: 15 alumnos del colegio San Agustín y 5 alumnos Fundación Juan XXIIII.
b) Grupo o factoría 2: 15 alumnos del colegio San Agustín y 5 alumnos de Fundación Juan XXIII.

A la finalización del proyecto, los alumnos participantes han desarrollado dos herramientas tecnológicas en Scratch (videojuego) adaptadas a las necesidades de 2 usuarios con discapacidad intelectual con grandes necesidades de apoyo del Centro de Día de la Fundación Juan XXIII Roncalli. El videojuego desarrollado por estas dos factorías inclusivas de alumnos ha tenido como objetivo mejorar la capacidad de comunicación e interacción con el entorno, la memoria y la atención de éstos usuarios del Centro de Día destinatarios, recurriendo para ello a sus mayores hobbies, colores y música.

El proyecto ha aplicado una metodología de formación inclusiva y pionera, en la que todos los alumnos - de Fundación Juan XXIII y del Colegio San Agustín- han aprendido robótica y programación juntos, independientemente de sus condiciones personales, sociales o culturales, pudiendo optar a las mismas oportunidades de aprendizaje y desarrollo. Para los alumnos ha supuesto también una primera toma de contacto con el mundo laboral, ya que se han organizado por departamentos (comunicación, diseño, programación…) como si fueran profesionales en una empresa de desarrollo de software y tuviesen que satisfacer las necesidades de su cliente, que en este caso han sido los dos usuarios finales del videojuego.

Además, la utilización del aprendizaje servicio (Aps) durante los talleres, a través de procesos que han combinado aprendizaje y servicio a la comunidad con un objetivo común dónde los alumnos han aprendido a trabajar en necesidades reales del entorno con la finalidad de mejorarlo (aprendizaje de robótica para crear dos herramientas que mejoraran la calidad de vida de 2 personas de Centro de Día con grandes necesidades de apoyo) ha supuesto una acción de sensibilización no solo para los alumnos, sino también para la comunidad educativa ordinaria que ha participado, concienciando sobre el impacto que la creación de proyectos inclusivos tienen para los formandos y la educación.

 

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Comments (1)

  • anon

    Buena idea!

    Jun 03, 2019